Sí, el mal aliento y la salud bucodental siempre van relacionados. Y digo siempre porque se puede dar por muchas causas, que a veces no están estrictamente relacionadas con los dientes, pero la boca siempre se ve afectada.
Vamos a poner ejemplos.
Mal aliento y cepillado
Lo primero que deberíamos pensar es que el/la paciente que tiene mal aliento no se cepilla bien. Con una exploración y enseñando el correcto cepillado de dientes y lengua, esto se podría solucionar.
¡Y lengua!
Y lo digo entre exclamaciones porque la mayoría de las halitosis proviene de un pobre o nulo cepillado de lengua. También, hay productos para el mal aliento, pero lo único que hacen es enmascarar el problema…
Halitosis y piorrea
La enfermedad periodontal (piorrea) es otro ejemplo de problema bucodental que provoca mal aliento. De hecho, es un olor característico que usualmente se relaciona con las bacterias que están estrechamente relacionadas con la enfermedad.
Anécdota: muchas mañanas, cuando cogía el metro a diario en hora punta, podía detectar si alguien tenía un problema periodontal. Parece irreal, pero cuando trabajas en una clínica dental y la gran mayoría de pacientes con problema periodontal tienen el mismo olor, lo detectas instantáneamente.
Sequedad bucal y mal aliento
La sequedad bucal y la respiración oral provocan también un cambio en la flora bacteriana que, a veces, ocasiona mal olor. El simple hecho de la reducción de la producción de saliva durante la noche hace que, muchas mañanas, nos despertemos con mal aliento.
Y es que la saliva nos ayuda a eliminar el mal aliento. Por eso, la reducción de la saliva en ciertas enfermedades, a causa de tomar ciertos medicamentos (antidepresivos, antihipertensivos…) o por consumir algunas sustancias (café, alcohol, tabaco…) también provoca mal aliento.
Además de provocar halitosis, la reducción de saliva empeora la salud bucodental SIEMPRE: hay más caries, más inflamación, cambio en la flora bacteriana, que, a su vez, provoca más halitosis. ES UN CÍRCULO.
Otras causas del mal aliento
Las caries y las infecciones en boca en general también desprenden un olor no muy agradable.
Las disbiosis intestinales, la mala alimentación, algunos alimentos en concreto, la acidez y el reflujo todos ellos con repercusión a su vez en la salud bucodental.
Fumar también provoca mal aliento. El propio mal olor del tabaco y las repercusiones que fumar provoca en la boca también son una causa común de halitosis.
Algunas enfermedades como sinusitis, otitis, afecciones de garganta o cambios hormonales como la diabetes y el embarazo también provocan halitosis y también tienen repercusión en la cavidad oral.
El estrés puede provocar halitosis
El estrés, sí, siempre sale el estrés… Pero es que solemos poner el foco fuera y siempre está dentro, ¡siempre!
El estrés es otra de las causas de reducción de saliva que ya hemos visto que produce mal aliento. Pero no solo eso, disminuye la inmunidad, y con esto la respuesta del organismo a infecciones -otra causa de mal olor en la boca.
Y, por supuesto, disminuye la atención que ponemos en nosotros/as mismos/as, en cuidarnos, y, por lo tanto, caemos en el descuido (no cepillarnos los dientes, no ir al dentista, alimentarnos de forma incorrecta, sedentarismo…)
Ahora que ya conocemos las causas del mal aliento…
- Mala higiene oral
- Enfermedades bucodentales
- Sequedad bucal
- Infecciones sistema ORL (oídos, nariz, garganta)
- Enfermedades metabólicas
- Mala alimentación
- Tabaco, alcohol
- Estrés
…toca darte las soluciones. Será en otro post, muy pronto 😉
Mientras tanto, recuerda:
Además de los dientes, cepilla lengua y paladar. Lo más fácil es que, cuando te laves los dientes, pases el cepillo por las superficies. Hay instrumentos específicos, pero es mucho más importante instaurar el hábito de forma rápida y sencilla.
